OPOSICIONES AL PROFESORADO
MÚSICA
TEMA 27
LA IMPROVISACIÓN COMO FORMA DE EXPRESIÓN LIBRE Y COMO PROCEDIMIENTO
COMPOSITIVO.
0. INTRODUCCIÓN
1. LA IMPROVISACIÓN COMO FORMA
DE EXPRESIÓN LIBRE Y COMO PROCEDIMIENTO COMPOSITIVO
BIBLIOGRAFÍA
ESQUEMA
CUESTIONES BÁSICAS
0. INTRODUCCIÓN.
Se trata de un tema de gran
importancia de cara a una visión y acercamiento a la música desde una
perspectiva de arte vivo, en evolución permanente, dinámico.
La improvisación como técnica
y como proceso es algo connatural al hombre desde muy antiguo. Su naturalidad y
frescura nos proporcionan un acercamiento y valoración del fenómeno musical que
otros puntos de vista nos ocultan o muchas veces nos niegan cuando, en
realidad, la improvisación en su sentido más amplio, está presente desde
siempre en casi todo tipo de música de una forma u otra.
Por último, no hay que olvidar
la enorme importancia de la improvisación como herramienta pedagógica al
servicio del docente en el aula.
1. LA IMPROVISACIÓN COMO FORMA DE EXPRESIÓN LIBRE Y COMO PROCEDIMIENTO
COMPOSITIVO.
La improvisación musical
supone la creación de cualquier música, fragmento o forma musical directamente,
a través de un instrumento, la voz u otros medios sonoros a partir de elementos
previamente conocidos y seleccionados.
Puede ser totalmente libre, en
el sentido de dejar volar la imaginación para crear una fantasía, o elaborada,
siguiendo una pauta marcada de antemano. La improvisación libre en un sentido
puro y estricto no existe, pues siempre partiremos de elementos conocidos a los
que daremos una ordenación diferente.
La improvisación se encuentra
en los orígenes de toda obra musical de creación individual o colectiva de
carácter popular o folclórico. Por su parte, el acervo cultural manifestado en
la cultura de Occidente ha presenciado en los últimos siglos, musicalmente
hablando, una separación, diferenciación y especialización de las distintas
funciones realizadas por los músicos hasta llegar a su disolución definitiva.
De este modo, se produce un
hecho por el que una sola persona, el músico, ha ido deslindando y realizando
funciones musicales cada vez más concretas. Esto se aplica además a los
restantes campos del saber, incluidas las ciencias, las letras y las artes (sólo
basta pensar en la especialización actual contrastada con el carácter
polifacético de los hombres del Renacimiento).
Ya desde tiempos muy antiguos
y primigenios, el folclore nos proporciona los momentos acertados de un autor
desconocido que improvisa alentado por el marco cultural de las circunstancias
que le rodean, muy propicias para la improvisación y recogida de las melodías
creadas en última instancia y consecuencia por la inspiración local del autor
colectivo por excelencia, el pueblo.
La improvisación es una
técnica y un sentir tan antigua como la propia música en sí misma. Su presencia
omnipresente se observa en toda creación de raíz folclórica o popular. La
música primitiva popular fue, de hecho, siempre improvisada. Por citar un
ejemplo, los gitanos húngaros se han distinguido siempre por sus
improvisaciones instrumentales de carácter virtuosístico, sobre todo en el
violín.
Como tales, hay datos que nos
llevan a reflexionar que tanto en la antigua Roma como en Grecia se cultivaba
de hecho la improvisación, al igual que en los pueblos antiguos orientales.
Aquí el entroncamiento con la tragedia y el teatro en general es algo palpable,
en el cual todas las artes se relacionaban entre sí.
Muchos más datos contrastados
tenemos en la Edad Media, tanto en la música profana de los juglares y
trovadores (considerados a la vez como compositores, intérpretes polifacéticos,
cantantes, saltimbanquis, actores, etc.), como en la religiosa, en las
vocalizaciones sobre una sílaba (melismas) del canto gregoriano, donde el
cantor tenía amplio margen para explayarse, así como en las primeras polifonías
(cantos a más de una voz) basadas en formas como el Organum y el Discantus.
La improvisación nacía
obviamente en el fenómeno natural de la tradición oral, y así se iba
transmitiendo de padres a hijos hasta que se escribía, no sin antes sufrir un
proceso de cambios, mutaciones y variantes por el paso del tiempo y por la
utilización de esas melodías y materiales por personas diferentes
(improvisación de la improvisación ya asumida como tradición).
En la etapa renacentista y
barroca, la práctica de la improvisación era connatural, era algo necesario, ya
que con ella se podía conseguir un puesto funcionarial e influyente. Los
concursos y oposiciones para ser seleccionado para un puesto como músico de la
corte o de la catedral tenían como condición sine qua non de una manera
importantísima las condiciones improvisatorias del opositor en relación a las
más variadas disciplinas musicales, pero sobre todo relacionada con la ejecución
instrumental.
El maestro de capilla o el
ministril de la corte tenía que demostrar que sabía componer, ejecutar varios
instrumentos, dirigir un coro y una orquesta, aparte de demostrar también unas
cualidades pedagógicas.
El oficio de músico estaba
entroncado en similares condiciones a las de un funcionario de la corte o de la
iglesia. Tenía que trabajar continuamente para tener listas las músicas que se
le solicitaban para cada ocasión. En este sentido, el consumo de música era
enorme, pues la demanda era constante.
Además, la obra era ejecutada
o dirigida las más de las veces por el propio compositor, con lo que la prisa
con que habían de ser escritas las obras hacía evidente la capacidad de
síntesis y de dar al intérprete la oportunidad de poner algo de su parte. El
resumen más científico de trabajo era el bajo continuo, que dejaba abierta una
puerta a la improvisación.
Ello era una necesidad de la
época por la rapidez imperante que venía a su vez dada por la creciente demanda
del consumo de música por los grandes señores de la corte y por las catedrales
para el culto.
En esta época, la
improvisación era cultivada sobre todo por instrumentistas de teclado,
violinistas y cantantes. Los primeros solían desarrollar los temas o realizaban
y ornamentaban bajos cifrados. Los cantantes y violinistas improvisaban
embelleciendo libremente (o sometidos a unas determinadas pautas) una melodía
dada.
Continúa...
ESQUEMA TEMA 27
LA IMPROVISACIÓN MUSICAL COMO FORMA DE EXPRESIÓN LIBRE Y COMO
PROCEDIMIENTO COMPOSITIVO.
1. LA IMPROVISACIÓN COMO FORMA DE EXPRESIÓN LIBRE Y COMO PROCEDIMIENTO
COMPOSITIVO.
Definición. Libre y dirigida.
Relación con la música popular. El folclore y la
improvisación.
Música primitiva. Grecia y Roma. El teatro.
Edad Media. Juglares y trovadores. La tradición oral.
Renacimiento y Barroco. Su
práctica en las oposiciones. Los maestros de capilla. Compositor e intérprete
en la misma persona. Necesidad de la improvisación. Consumo de música. El bajo
cifrado. La ornamentación. Variaciones. Partitura simplificada.
Clasicismo. Comienzo de la
disociación de autor y ejecutante. Especialización de funciones. Complicación
de la partitura.
Romanticismo. Cadencias de los
conciertos. Los pianistas y sus improvisaciones.
Siglo XX. El Jazz y los
organistas. Disociación total de funciones. Educación hacia la técnica.
Reivindicaciones pedagógicas hacia la creación.
Corrientes pedagógicas hacia
la improvisación y la imaginación. Lenguaje musical. Hacia la creatividad y la
intuición. Hacia la improvisación y la conducción de grafías. La improvisación
como recurso didáctico. Hacia la partitura deducida. La improvisación como
creación, como técnica de estudio y como técnica de análisis. Importancia de la
improvisación para el pedagogo.
Relaciones pedagógicas de la
improvisación con el lenguaje, la poesía y su ritmo, la experimentación
colectiva, canciones dialogadas, la forma musical, la libertad artística, el
movimiento y la armonía.
La improvisación como
herramienta deshinibidora y correctora de deficiencias. Técnicas diversas.
CUESTIONES BÁSICAS
TEMA 27
1. )QUÉ ES LA IMPROVISACIÓN?
2. LA IMPROVISACIÓN EN EL
RENACIMIENTO Y EL BARROCO
3. TRIPLE VERTIENTE DE LA
IMPROVISACIÓN MUSICAL EN EL AULA
4. JAZZ E IMPROVISACIÓN
5. MÚSICA AFRICANA E
IMPROVISACIÓN
RESPUESTAS
1. )QUÉ ES LA IMPROVISACIÓN?
La improvisación musical
supone la creación de cualquier música, fragmento o forma musical directamente,
a través de un instrumento, la voz u otros medios sonoros a partir de elementos
previamente conocidos y seleccionados.
Puede ser totalmente libre, en
el sentido de dejar volar la imaginación para crear una fantasía, o elaborada,
siguiendo una pauta marcada de antemano. La improvisación libre en un sentido
puro y estricto no existe, pues siempre partiremos de elementos conocidos a los
que daremos una ordenación diferente.
2. LA IMPROVISACIÓN EN EL RENACIMIENTO Y EL BARROCO
En la etapa renacentista y
barroca, la práctica de la improvisación era connatural, era algo necesario, ya
que con ella se podía conseguir un puesto funcionarial e influyente. Los
concursos y oposiciones para ser seleccionado para un puesto como músico de la
corte o de la catedral tenían como condición sine qua non de una manera
importantísima las condiciones improvisatorias del opositor en relación a las
más variadas disciplinas musicales, pero sobre todo relacionada con la
ejecución instrumental.
El maestro de capilla o el
ministril de la corte tenía que demostrar que sabía componer, ejecutar varios
instrumentos, dirigir un coro y una orquesta, aparte de demostrar también unas
cualidades pedagógicas.
El oficio de músico estaba
entroncado en similares condiciones a las de un funcionario de la corte o de la
iglesia. Tenía que trabajar continuamente para tener listas las músicas que se
le solicitaban para cada ocasión. En este sentido, el consumo de música era
enorme, pues la demanda era constante.
Además, la obra era ejecutada
o dirigida las más de las veces por el propio compositor, con lo que la prisa
con que habían de ser escritas las obras hacía evidente la capacidad de
síntesis y de dar al intérprete la oportunidad de poner algo de su parte. El
resumen más científico de trabajo era el bajo continuo, que dejaba abierta una
puerta a la improvisación.
BIBLIOGRAFÍA
- Molina, "La
improvisación: aportaciones pedagógicas a la enseñanza musical", Música, n1 1, Real Conservatorio Superior de Música,
Madrid, 1994.
- Brion, La vida cotidiana en Viena en tiempos de Mozart y de Schubert,
Fondo de cultura económica, México, 1990.
- Cortot, Curso de interpretación, ricordi, Buenos Aires, 1934.
- Rieman, Bajo cifrado (Armonía práctica realizada al piano), Labor,
Barcelona, 1927.
- Molina, "Improvisación
y educación musical profesional", Música
y educación, Madrid, 1988.
- Phillips & Jackson, Performing medieval and renaissance music,
Schirmer books, Nueva York, 1986.
- Anglés y Pena, Diccionario de la Música Labor, Ed.
Labor, Barcelona, 1954.
- Germiani, Teoría y Práctica de la educación preescolar,
Ed. Universitaria, Buenos Aires, 1980.
- Cortot, Aspectos de Chopin, Alianza Música, Madrid, 1980.
- Copland, Cómo escuchar la música, Fondo de
Cultura Económica, México D.F., 1955.
- Fuentes y Cervera, Pedagogía y didáctica para músicos,
Piles, Valencia, 1989.