MAGISTER

OPOSICIONES AL PROFESORADO

Geografía e Historia

 

TEMA 32

 

LA CULTURA RENACENTISTA. LOS ENFRENTAMIENTOS POLÍTICO RELIGIOSOS DEL SIGLO XVI.

 

0.      INTRODUCCIÓN

 

1.      LA CULTURA RENACENTISTA

1.1.   El debate historiográfico sobre el Renacimiento.

1.2.   Contexto histórico y características del renacimiento.

1.3.   El pensamiento renacentista: El Humanismo.

1.4.   El arte renacentista.

1.5.   La nueva ciencia.

 

2.      LOS ENFRENTAMIENTOS POLÍTICO-RELIGIOSOS DEL SIGLO XVI

2.1.   Introducción.

2.2.   Los enfrentamientos político-religiosos en la primera mitad del siglo XVI

2.2.1.      Los antecedentes de la Reforma.

2.2.2.      Los inicios de la Reforma. El Imperio Romano-Germánico, los reinos escandinavos, Prusia Oriental, el Báltico, los cantones suizos e Inglaterra.

2.2.3.      Carlos V contra el luteranismo.

2.3.   Los enfrentamientos político-religiosos en la segunda mitad del siglo XVI.

2.3.1.      Contrarreforma versus calvinismo.

2.3.2.      La ofensiva calvinista: Las guerras de religión en Francia.

2.3.3.      La rebelión de los Países Bajos.

2.3.4.      España contra Inglaterra: El desastre de la Armada Invencible.

2.3.5.      El fracaso de la política contrarreformista de Felipe II.  

 

3.      CONCLUSIÓN

 

4.      BIBLIOGRAFIA.

 

5.      PREGUNTAS CLAVES

 

6.      ESQUEMA DEL TEMA.

 


0. INTRODUCCION.

 

En este tema vamos a estudiar la Europa del siglo XVI tanto desde el punto de vista cultural como desde el político. En la primera parte del tema, analizaremos el debate historiográfico que se ha producido para explicar el concepto del Renacimiento. A continuación, explicaremos la cultura renacentista, centrándonos en cuatro aspectos claves, que son: el contexto histórico en el que surge, la contribución del Renacimiento en el ámbito del pensamiento, las principales características del arte renacentista, y por último, la aparición de un nuevo concepto de ciencia. En la segunda parte, analizaremos los conflictos político-religiosos que tuvieron lugar a lo largo del siglo XVI. Para una mejor comprensión de la misma, la dividiremos en dos puntos, precedidos de una introducción donde se explicará la situación política de Europa en 1500. El primer punto de esta parte, corresponderá a la primera mitad del siglo XVI, y en la misma se estudiará las características de la Iglesia en esa misma fecha, el significado de la figura de Lucero y la extensión de su reforma por Europa, y por último, el enfrentamiento de Carlos V con los luteranos. En el segundo punto, correspondiente a la segunda mitad del siglo XVI, nos centraremos en el enfrentamiento entre el catolicismo y el calvinismo, analizando la contrarreforma y la doctrina de Calvino, para luego explicar las guerras de religión en Francia y la revuelta de los Países Bajos y su importancia en el contexto de las relaciones internacionales, especialmente en Inglaterra.

 

1. LA CULTURA RENACENTISTA

 

1.1. El debate historiográfico sobre el Renacimiento.    

 

A la hora de abordar el tema de la cultura renacentista no podemos dejar de tener en cuenta la polémica que ha envuelto a este período de la Historia, polémica que se extiende hasta nuestros días; por lo que no es de extrañar que el "problema del Renacimiento" haya llegado a ser uno de los temas más controvertidos de la historiografía moderna. Originariamente el término Renacimiento se utilizó para designar el movimiento que en el siglo XV y comienzos del XVI intentó resucitar en la cultura europea los valores formales y espirituales de la Antigüedad. Al aparecer fue utilizado por primera vez por Balzac  en su obra "Le Bal de Sceau" de 1829 (“Elle raisonnait facilment sur la peinture italianne ou flamante, sur le moyen-âge ou la renaissance”) haciéndose eco de un término que estaba en uso en los círculos intelectuales de su época, antes de que fuese aplicado con rigor científico por Michelet, primero y posteriormente por Burckhardt.

 

Jules Michelet fue el primero, en su obra “La Reinaissance” (1855) en identificar el Renacimiento como un período de la Historia general de Europa, viéndolo como una antítesis de la Edad Media. A partir de su obra, se configuraron tres aspectos claves que señalaron el camino a seguir en los estudios y en los análisis sobre tal período: ubicación italiana, resurrección de la Antigüedad, y quicio entre el Medioevo y la Modernidad. Este planteamiento fue difundido por C. Voigt y J. Burckhardt. Para este último autor ("La cultura del Renacimiento en Italia" 1860), creador de una corriente de historia cultural que se oponía a la historia política entonces vigente, el Renacimiento como fenómeno se caracterizaba por ser una civilización italiana asentada sobre ideas como la consideración del "Estado como obra de arte", "el desarrollo del individuo", "el descubrimiento del Mundo y del Hombre" o "la vuelta a la Antigüedad".

 

Sin embargo, esta concepción se vio afectada por la crisis general de la conciencia y de la cultura europea entorno a 1900, y sobre todo por el fulgurante desarrollo de la historiografía en terrenos apenas tenidos en cuenta por Burckhardt como la historia económica, el conocimiento pormenorizado del pensamiento filosófico y científico, una mayor precisión sobre la religiosidad, etc.

 

Esta revisión venía, por un lado, de quienes veían los orígenes del Renacimiento con anterioridad a Petrarca y no aceptaban la línea divisoria entre Edad Media y Renacimiento (E. Renan, H. Thode, E. Gebhardt). Por su parte K. Burdach, en 1924 difundió su tesis que defendía una línea de continuidad entre el pensamiento medieval y el renacentista, no dudando en calificar a éste como espiritual y irracional.

 

Pero la contestación más radical contra Burckhardt vendría por parte de los medievalistas dispuestos a reivindicar la Edad Media, a los que Panofsky denomina “románticos del  Renacimiento a la inversa”. Para este grupo, integrado por Nordström, Neumann, Worringer, Ritter, etc., el Renacimiento había supuesto la intrusión de la Diesseitigkeit  mediterránea en el trascendentalismo “nórdico” o cristiano, provocando un cambio negativo en la evolución de Europa.

 

Posteriormente, el debate evolucionó en un sentido distinto, surgiendo una tendencia creciente, más que a revisar, a suprimir el mismo concepto de Renacimiento: a negar no sólo su unicidad, sino hasta su existencia misma.  Tesis defendida en nuestros días H. Haydan y E. Battisti, a cuyas obras hay que añadir con evidente talante revisionista las de A. Chastel, J. Delumeau, R. Mousnier y A. Maravall entre otros, y que queda perfectamente plasmada por Thorndike cuando escribe “No existe ninguna línea divisoria entre una cultura <<medieval>> y otra <<renacentista>>”.

 

No obstante, a pesar de este rico debate seguía sin concretarse una idea clara de lo que fue el Renacimiento. En 1957, el historiador alemán Edwin Panofsky había de publicar una colección de artículos bajo el título de “Renacimiento y renacimientos en el arte occidental” que constituye, sin duda, la síntesis más acabada sobre el significado de este periodo histórico en el terreno de la historia del Arte. A grandes rasgos, lo que plantea Panofsy, frente a aquellos que defienden una continuidad entre Edad Media y Renacimiento, es que en este periodo histórico, y por primera vez en la historia de Europa, se comprendió que el mundo clásico había desaparecido para siempre. Durante toda la Edad Media, los hombres que vivieron en nuestro continente creyeron estarlo haciendo en un mundo que era continuación de Grecia y Roma, culturas admiradas y a la vez temidas por su carácter pagano. Por el contrario, los hombres del Renacimiento comprendieron que “Pan había muerto; de que el mundo de la Grecia y la Roma antigua (ahora, recordaremos, sacrosancta vetusta, <<sacrosanta antigüedad>>) era algo perdido como el Paraíso de Milton y sólo susceptible de ser recordado por el espíritu. Por primera vez apareció el pasado clásico como totalidad desligada del presente; y, por tanto, como ideal anhelado en lugar de realidad utilizada y al mismo tiempo temida (...) El Renacimiento lloró sobre su tumba y trato de resucitar su alma: y en un momento fatalmente propicio lo logró (...). Las almas resucitadas son intangibles, pero tienen las ventajas de la inmortalidad y la ubicuidad. De ahí que el papel de la Antigüedad clásica después del Renacimiento sea un tanto esquivo pero, por otra parte, omnipresente: y mutable sólo a costa de una mutación de nuestra civilización como tal”

CONTINUA..............................

3. BIBLIOGRAFIA.

 

-         ATKINSON, J. (1997): Lutero y el nacimiento del protestantismo, Barcelona: Altaya.

 

-         BAWSMA, W. J. (2001): El otoño del Renacimiento. 1550-1640, Barcelona: Crítica.

 

-         DELEMEAU, J. (1988): El Caso Lutero, Barcelona: Luis de Caralt.

 

-         ELLIOT, J. H. (1993): La Europa Dividida (1559-1598), Madrid: Siglo XXI.

 

-         ELTON, G. R. (1989): La Europa de la Reforma (1517-1559), Madrid: Siglo XXI.

 

-         FEBVRE, L. (1985): Erasmo, la contrarreforma y el espíritu moderno, Barcelona: Orbis.

 

-         FERRER ARELLANO, J. (1996): Lutero y la reforma protestante, Madrid: Palabra.

 

-         HALE, J. R. (1991): La Europa del Renacimiento (1480-1517), Madrid: Siglo XXI.

 

-         HAUSER. A. (1989): Historia Social de la literatura y el Arte, Madrid: Alianza.

 

-         LUTZ, H. (1995): Reforma y contrarreforma, Madrid: Alianza.

 

-         MANN, N. (2002): El Renacimiento, Barcelona: Folio.

 

-         MARAVALL, J. A. (1999): Carlos V y el pensamiento político del Renacimiento, Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

 

-         MARTIN, A. VON. (1966): Sociología del Renacimiento, Madrid: Cátedra.

 

-         MUÑOZ BOLAÑOS, R. (2003): La batalla de Lepanto. 1571, Madrid: Almena.

 

-         ROMANO, R. Y TENENTI, A. (1992): Los fundamentos del mundo moderno, Madrid: Siglo XXI.

 

 

 

 

 

 

 


CUESTIONES BÁSICAS

 

                                                                        TEMA 32

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1.      RENACIMIENTO Y RENACIMIENTOS.

 

 

2.      LA LIGA ESMALCALDA, FORMACIÓN Y OBJETIVOS.

 

 

3.      ¿EXISTE UNA RELACIÓN ENTRE LA ÉTICA PROTESTANTE Y EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO?

 

 

4.      LA HERENCIA DE CARLOS V.

 

 

5.      ¿CUALES FUERON LAS CAUSAS DE LA REVUELTA DE LOS PAISES BAJOS CONTRA FELIPE II?

 


RESPUESTAS.

 

1. RENACIMIENTO Y RENACIMIENTOS.

 

¿Es permisible aislar el Renacimiento con mayúscula como fenómeno único respecto del cual los diversos movimientos de renovación medievales representarían otros tantos "renacimientos" con minúscula?

 

Panofsky ha denominado "principio de disyunción": cada vez que en la Edad Media, plena o tardía, una obra de arte toma su forma de un modelo clásico, esta forma es casi siempre investida de una significación no clásica, normalmente cristiana; cada vez que una obra de arte toma su tema de la poesía, la leyenda, la historia o la mitología clásica, este tema es representado en una forma no clásica, normalmente contemporánea.

 

"Así ocurrió en la Mantua del siglo XII, que cuando quiso homenajear a su patrono Virgilio, el poeta fue retratado en forma de erudito medieval sentado en su mesa de trabajo y afanado en escribir; pero cuando en el siglo XV se pidió a Mantegna que diseñara una estatua de Virgilio. Mantegna imaginó una figura auténticamente clásica, erguida, envuelta en una toga y dirigiéndose al espectador con la dignidad intemporal de un Sófocles o un Demóstenes (PANOFSKY "Renacimiento y renacimientos en el arte occidental", Madrid 1975)

 

2. LA LIGA ESMALCALDA, FORMACIÓN Y OBJETIVOS.

 

En 1530, en la Dieta de Augsburgo el emperador Carlos V trata de salvar la unidad católica del Imperio. Los protestantes presentan sus conclusiones en la "Confessio Augustana" que es rechazada por el Emperador, mientras ratifica el Edicto de Worms (expulsión de Lutero, etc.) e invoca la necesidad de que los reformadores vuelvan al seno de la Iglesia. Los estados protestantes responden formando la Liga Esmalcalda (1531), dotada de ejército federal permanente, Hacienda común y un Consejo de guerra. La Liga cuenta además con apoyo extranjero (Francia e Inglaterra)

 

En 1534, la Liga consigue que el Emperador renuncie a someter a la jurisdicción de la Cámara Imperial a los miembros de la Liga. En 1545, Dieta de Worms, los estados protestantes se niegan a asistir al concilio de trento con lo que comienza la guerra abierta. A pesar de la victoria imperial de Mülhberg (1547), Carlos V no consigue acabar con el problema protestante por la fuerza. En 1555 la paz de Augsburgo consagrada jurídicamente la escisión religiosa del Imperio.

 

3. ¿EXISTE UNA RELACIÓN ENTRE LA ÉTICA PROTESTANTE Y EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO?

 

En su estudio sobre "La ética protestante y el desarrollo del capitalismo" (1904) Max Weber sostenía que las iglesias protestantes, y en particular el calvinismo, habían contribuido a crear una mentalidad favorable al ahorro financiero y la actividad empresarial. En definitiva, Weber sostenía que la mera ética de la Reforma había alentado el desarrollo del capitalismo ya existente.

En 1926 Tawney ("Religión and the Rise of Capitalism") contradecía muchas de las premisas de Weber, pero tendía en un último análisis a coincidir con la posición de aquel. "El espíritu capitalista -sostenía Tawney- es tan viejo como la historia, y no fue fruto del puritanismo. Pero encontró en ciertos aspectos de éste un tónico que consolidó sus energías y fortaleció su ya de por sí riguroso temperamento".

 

En contra de estas hipótesis, Robertson ha afirmado más recientemente: "fue el desarrollo de la industria y el comercio lo que promovió las costumbres de frugalidad; no las costumbres de frugalidad de inspiración calvinista las que promovieron la industria y el comercio". Y ya en nuestros días. Heavy Kamen ("El siglo de hierro " Madrid, Alianza Ed): "Cuando se examinan los diversos factores implicados en la expansión comercial, el crecimiento agrícola y el progreso industrial, cuando se toman en consideración la posición de los trabajadores y la disponibilidad del capital, no cabe duda de que la religión aparece como uno de los factores de menos peso en orden a cualquier estudio de los orígenes de la empresa capitalista".

 

CONTINÚA.................................


ESQUEMA TEMA 32

 

1. LA CULTURA RENACENTISTA.

 

1.1. El debate historiográfico sobre el Renacimiento

 

Revisada la imagen que formó la liberación del XIX (Michelet, Burckhardt) sobre el Renacimiento, se le considera actualmente como la culminación, de un largo proceso iniciado de la Edad Media. No supone, en este sentido, una ruptura radical con el Medioevo. Pero el Renacimiento, en cualquiera de su manifestaciones, al tiempo que procede a la revalorización de la Antigüedad clásica opera una revisión del mundo medieval, iniciando un ciclo agudamente crítico que se diferencia claramente del período precedente.

 

1.2. Contexto Histórico y Características

 

-         Las Transformaciones económicas - despegue del capitalismo

-         Cambios sociales - ascenso de la burguesía.

§         movimientos de población (revitalización de las ciudades)

§         crecimiento demográfico.

-         Cambio de mentalidad - afirmación del individualismo.

§         Conflictos religiosos.

§         nueva concepción del Hombre.

-         Cambios culturales - Descubrimientos científicos (Copérnico, Kepler, Galileo)

§         Desarrollo de la cultura (secularización del saber)

§         Expansión de la cultura (secularización del saber)

§         Diferente concepción de la política (Maquiavelo)

 

1.3. El pensamiento renacentista: El Humanismo.

 

Origen italiano por la confluencia de dos factores fundamentales: unas condiciones óptimas de carácter económico-social, y el legado cultural greco-romano. El Humanista busca en las fuentes de la Antigüedad, cultiva las lenguas clásicas en escuelas y Academias, procura la elegancia de la expresión, resucita el idealismo platónico, fomenta directa o indirectamente, la resurrección del paganismo (sin ser anticristiano).

Precursores - Dante, Bocaccio, Petrarca.

 

1.4. El Arte del Renacimiento.

 

No "descubre" el Naturalismo sino el estudio metódico, científico e integral de la Naturaleza. Cultiva el individualismo y la plástica de lo profano. El artista se ve sometido a un proceso de comercialización (coleccionistas, mecenas).

CONTINÚA...............................